El kayak nos brinda oportunidad de muchas aventuras, largas y cortas. Pero donde realmente se luce esta actividad es en las expediciones. Aunque el término es bastante difuso y ambiguo, para efectos de este artículo definiremos expedición como una salida de un grupo de kayakistas, por varios días, viajando de manera autosuficientes, a algún lugar relativamente remoto.
Debemos hacer la tarea concienzudamente, para tener claro todos los posibles escenarios climáticos: vientos predominantes, precipitación esperada, oleaje, temperatura, y sus efectos combinados con la topografía del lugar en cada sección de nuestra ruta. Asimismo, debemos buscar los mecanismos para poder anticiparnos al mal tiempo, ya sea con el uso de instrumentos como el barómetro o consultando vía radio o teléfono satelital sobre el pronóstico del tiempo a las autoridades marítimas. Dado que este factor no siempre es anticipable.
Transporte:
Es especialmente importante planificar las distancias (y tiempos) de remado tomando en consideración la fortaleza de cada miembro del grupo, además de considerar velocidades de avance conservadoras. Normalmente solo tenemos medio día para remar antes de que salga el viento. Un avance razonable son 25 km por día con buen tiempo.
Cabe destacar que el principal peligro radica en no saber juzgar las condiciones de riesgo a las que nos exponemos. Un sólido juicio y una razonable cautela son nuestros principales activos. También es importante notar que la teoría y el equipo no son sustitutos de la práctica. El equipo no sirve si no sabemos usarlo, punto.
Alimentación:
Una dieta balanceada es esencial para mantener el bienestar de los expedicionarios. No sucumbamos a la tentación de tirar un montón de comida chatarra de bajo peso y fácil de preparar.
Una buena alimentación requiere de una cuidadosa planificación. Hay muchos y muy buenos libros al respecto. El kayak no nos limita en cuanto al peso, pero si deberemos preocuparnos de la duración de los alimentos, en especial las proteínas de origen animal. No desestimemos los platillos locales que muchas veces podemos obtener de los habitantes de la zona.
Campamento
No recomendaría salir de expedición a quien ya no sea ya un sazonado campista. Las expediciones no son buenos momentos para probar equipo o aprender a usarlo. Un buen equipo y las técnicas correctas de campamento nos garantizan un buen descanso y protección de los elementos, dejando el mínimo impacto en los lugares que visitamos.
Tengamos siempre en cuenta las reglas de No Dejar Rastro .Si no tenemos experiencia acampando, hay muchas oportunidades de salidas por una o dos noches , donde los errores de técnica o equipo no son tan dolorosos.
Empaque:
No esperemos llegar a rampa para darnos cuenta que la mitad de nuestra valiosa carga no cabe en los tambuchos del kayak, y tiene que viajar en cubierta. El empaque empieza en la casa, re empacando la comida y minimizando la basura, eligiendo el lugar para cada cosa en el kayak para darle estabilidad, evitar las descargas innecesarias y aprovechar la geometría de los compartimientos estancos.
El equipo que elegimos para empacar, como bolsas secas, bolsas plásticas, sacos de compresión, cajas plásticas y otros, deben ser de buena calidad y probados previamente en terreno y en condiciones similares a las esperadas. Tengamos en cuenta que nuestra carga está más expuesta a los elementos en el viaje desde el kayak al lugar de campamento.
Grupo y liderazgo:
Notablemente subestimada pero de capital importancia, es la convivencia con otras personas durante las largas jornadas de una expedición. Compartir esfuerzo, riesgo, carpa y tallarines es una experiencia que pocos deportes nos brindan. La selección sin embargo, no puede ser hecha a la ligera y es esencial ponerla a prueba en salidas más cortas antes de comprometerse en una larga expedición.
La confianza, la comunicación, las expectativas mutuas de cada persona y hasta las preferencias alimenticias inciden en las relaciones, sobre todo cuando estamos cansados, hambrientos, asustados, mojados y con frío.Un liderazgo explícito en las distintas competencias que necesita la expedición ahorra muchos problemas, así como entender los modelos de liderazgo que se aplican a las diferentes situaciones. Un buen líder puede hacer la diferencia entre una expedición exitosa y una catástrofe.Finalmente como dijo un conocido aventurero, “la expedición es lo que nos sucede mientras estamos ocupados haciendo otros planes”.
Nos vemos en el agua y Vamos Remando!!